¿Cómo Desarrollar la Prudencia?
Por Giovanna Iannaccio
Psicólogo Clínico – Coaching Organizacional
@giovadice
La Prudencia
Se define la Prudencia como una cualidad, que consiste en hablar y actuar, de manera justa y adecuada, teniendo cuidado en no herir los sentimientos de los demás, ni avasallar sus derechos para evitar generar daños, inconvenientes, dificultades o mal alguno, respetando la vida, los sentimientos y las libertades de los demás.
Es sinónimo de sensatez, mesura, templanza, cautela o moderación. La Prudencia es una habilidad social, por tanto, se puede aprender y desarrollar.
¿Cómo desarrollar la Prudencia?
- Es bien sabido que la experiencia y madurez que vamos adquiriendo en la vida ayuda a desarrollar esta cualidad tan importante. Sin embargo, hay algunas sugerencias que pueden ayudar a acelerar este proceso. A continuación, algunas de esas sugerencias.
- Lo primero y principal es tener las emociones bajo control. Cuando estamos alterados, son las emociones las que controlan nuestras acciones y generalmente, en ausencia del raciocinio, nuestras decisiones y acciones, suelen ser poco asertivas. Reaccionamos de manera exagerada e inapropiada, generando así conflictos innecesarios y estériles.
- Antes de reclamar algo o de proponer o comentar algo a otra persona, primero pensemos: ¿Cómo me gustaría que me lo dijeran a mí? Si tu estuvieras en el lugar de la otra persona, ¿cómo me gustaría que me plantearan este asunto? ¿Cómo me sentiría después de que me lo dijeran?
- Otras preguntas importantes que debemos hacernos son: ¿Es realmente necesario decir lo que voy a decir? ¿Es éste el momento y/o el lugar apropiado? ¿Es con esta persona con la que debo comentar este asunto? ¿Soluciona algo hacerlo?
- Cuando tomamos decisiones, sobretodo las que involucran a otras personas, debemos preguntarnos si esa decisión es la que va a resolver un problema o lo complica. Si estamos afectando los intereses de otros, es muy importante hacerlos partícipes de la toma de esa decisión.
- Toda acción o palabra, tiene un efecto en nuestro entorno y en las personas que nos rodean. Una persona prudente, visualiza primero los posibles resultados de lo que dice o hace, antes de actuar, evitando en lo posible un resultado distinto a esperado o conveniente.
- Otra recomendación importante es que, ante cualquier toma de decisión, reclamo, acción o comentario, debemos hacerlo únicamente con las personas involucradas en ese asunto. Debemos evitar los comentarios con personas que nada tienen que ver con el tema o con la situación, pues corremos el riesgo de generar matrices de opinión y comentarios, que pueden complicar la situación, siendo además, que nada puede aportar ese tercero en la solución del problema.
Recordemos siempre que la clave de la buena convivencia es el RESPETO al otro, sin importar su edad, sexo, jerarquía o cercanía emocional.