Hablemos Sobre el Perdón
Por Mercedes Navas RL
Facilitadora en Procesos Personales
Hay mucho sobre el Perdón.
Algunas ideas que quizás están bajo la lupa de la creencias religiosas y personales de la culpa, otras más bajo la luz de la responsabilidad y el de poder entender que aquello que nos ha pasado es lo que era necesario vivir.
El perdón es un proceso complejo y emocional.
- La complejidad viene dada a la intensidad de la herida que la persona sienta que tiene. De acuerdo al daño que sienta haber recibido.
- Y emocional, porque es lo que llevamos a cuestas; es como un gran morral muy pesado que nos impide avanzar en la vida, donde cada vez que recordamos la herida la volvemos a vivir.
Me encanta este concepto, tomado del libro PERDONAR de Robin Carsarjian,
“El perdón supone aceptar de verdad nuestro propio merecimiento como seres humanos, entender que los errores son oportunidades para crecer, tomar consciencia y desarrollar la compasión y comprender que la magnitud del amor por nosotros mismos y por los demás es el pegamento que mantiene unido el universo”.
El perdón no es un conjunto de comportamientos, sino una actitud.
Es importante indicar que “perdonar” no significa dejarlo pasar, u olvidar, o callar.
El papa Juan Pablo II, perdonó a su agresor. Sin embargo, eso no hizo que lo dejaran en libertad; el que comete el error debe tener la penalización de acuerdo a las normas y las leyes ya sean sociales o universales.
Lo importante de destacar es que el verdadero perdón aporta paz interior, considerando que es el paso necesario para ir avanzando en esa relación, a pesar de lo vivido; tanto si es íntima, como del ámbito laboral o vecinal.
Es ese afecto y deseo por la relación lo que puede darnos la suficiente fuerza para perdonar.
Además, el perdón y la situación misma que ha generado el proceso, son a su vez vivencias válidas para el aprendizaje; podemos emplearlos para preguntarnos: ¿Qué sacamos de esto? ¿Para qué he decidido vivir esta situación?, ¿Qué aprendizaje trae?, etc.
Si de las situaciones vividas no sacamos el mejor aprendizaje, porque simplemente no lo vemos o sentimos, seguimos acarreando ese dolor, que en la medida que encaje sus raíces, se va convirtiendo en ese monstruo que en las noches sale del closet y no nos deja dormir. El resentimiento, la culpa, el rencor, tienen varias formas, colores y nombres. Tú decides en qué lo conviertes.
Perdonar no significa que ya no es importante el daño sufrido, perdonar está muy ligado a la aceptación, aceptar lo sucedido es entender que es un episodio doloroso de nuestra vida, y que depende de nosotros como deseamos que siga transcurriendo los días venideros. Aceptando damos un gran paso hacia el perdón.
El perdón no implica olvidar lo que ha pasado.
El olvido es un proceso involuntario que se irá dando, o no, en el tiempo. Solamente implica el cambio de conductas destructivas a positivas hacia ti mismo, ya que, al perdonar, dejas de llenarte de emociones que lo único que hacen es dañarte, ya sea física, emocional, o mentalmente.
Hay ideas erróneas asociadas con el perdón. Tú puedes perdonar, pero no implica que olvides lo sucedido, sólo es que cuando recuerdes lo que pasó, ya no te hace daño, ya lo puedes contar como si fuera una película que viste hace tiempo, pero emocionalmente no tiene efecto sobre ti.
El perdón no trata tampoco de levantar la pena al ofensor y que no sufra las consecuencias de sus actos. Para que se dé la reconciliación es preciso que el ofensor realice una restitución del daño que ha causado, si es posible, o cumpla la pena que la sociedad le imponga.
Perdonar no es síntoma de debilidad, porque no se trata de dar permiso al otro para que vuelva a hacer daño, sino que se puede perdonar cuidando de que no nos hagan daño de nuevo y si eso implica poner camino de por medio, pues hay que hacerlo. Lo más importante es preservar tu vida, tu dignidad, tu Ser.
Bueno, a fin de seguir avanzando quiero compartir contigo una lista de algunos beneficios de perdonar para que sigas comprendiendo lo poderoso que es para ti dar ese gran paso:
BENEFICIOS DEL PERDÓN
Perdonar, nos regala beneficios físicos, emocionales, psicológicos
- Mayor autoestima: ya que dejas de sentirte vulnerable ante el agresor. Al perdonar al otro, también haces un acto de perdón hacia ti mismo(a), por haber permitido esa situación.
- Vivir más en paz y en felicidad: El rencor hace que vivamos con amargura, mientras que el perdón nos libera de la pesada carga de odio. Estudios realizados indican que las personas que perdonan manifiestan sentirse más felices y realizadas.
- Mejor salud mental: Un secreto a voces entre psicólogos y psiquiatras es que varios trastornos de salud mental, entre los cuales se cuentan la ansiedad y la depresión, pueden ser desencadenados o agravados por rencores y falta de perdón.
- Menos ansiedad, estrés y hostilidad: La falta de perdón genera la liberación de sustancias químicas pro-inflamatorias y mediadoras de estrés orgánicos, por lo cual cuando perdonas estas menos ansioso(a) y con una actitud de mayor tolerancia hacia ti y hacia otros.
- Sistema inmunológico más fuerte: el perdón esta muy relacionado con el amor, hacia ti mismo(a) y hacia otros, por lo tanto, tu sistema inmune que se encuentra en el centro del pecho y energéticamente esta controlado por el chacra del corazón, permanece más fuerte.
- Mejor salud del corazón: hay estudios que señalan de manera consistente que el perdón hace que las personas se sientan mejor, y mejoren su salud física, especialmente en el ámbito cardiovascular.
Espero que lo compartido sea de tu utilidad.
Mercedes Navas RL
Facilitadora en Procesos Personales
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